viernes, 11 de julio de 2008

Toyota Prius, Made in U.S.A.

Los reporteros del New York Times Nick Bunkley y Bill Vlasic se hacen eco de un comunicado de Toyota en el que se anuncia un cambio muy sintomático para con los tiempos que corren: el gigante automotriz va a abrir una nueva fábrica en Estados Unidos para construir su popular modelo híbrido. El Prius se fabricaba hasta ahora en dos plantas de Toyota en Japón: Tsutsumi, en Toyota City, y Kariya, en la prefectura de Aichi. A partir del 2010 se ensamblará también en Blue Springs, Mississippi.
La noticia está íntimamente relacionada con otra que adelanta una reducción considerable en la producción de SUV. El descenso en la demanda de estos modelos, de gran tamaño y mayor consumo energético, ha hecho que Toyota se replantee su estrategia de fabricación de coches en Norteamérica. Todos los modelos SUV se dejaran de producir durante un hiato tres meses a partir de Agosto, y el Tundra, gran apuesta de Toyota en 2007 para el mercado de los SUV, se dejará de fabricar por completo en primavera de 2009. La empresa ha anunciado que seguirá pagando a los trabajadores durante los hiatos. Esta práctica es común en fabricantes con modelos con stock en aumento y bajas ventas, pero no lo es para Toyota, la empresa en cuyo seno nació el concepto del perfeccionamiento constante de la eficiencia industrial (kaizen). La producción del Tundra es la más sangrante, ya que involucra a dos plantas Alabama, donde se fabrican los motores para el Tundra, y en Princeton, donde se ensambla el producto final. Es la primera vez en la historia norteamericana de la compañía que se congela la producción.
Los datos del primer semestre en comparación con el ejercicio anterior hablan claro: las ventas del Prius han bajado un 33.7% porque Toyota no puede fabricarlos lo suficientemente deprisa. No hay stock de Toyota Prius, los coches salen de la línea de montaje ya vendidos. En cambio, las ventas del Tundra en Junio han caído un 52.9%, a pesar de que hay stock más que de sobra. La planta de Blue Springs iba a albergar originariamente una línea de producción de SUVs, y ahora fabricará el coche más popular en América. El Highlander (otro SUV), pasará a fabricarse exclusivamente en la planta que Toyota tiene en Princeton.
A nuestro entender, el aspecto más importante de esta noticia es el impacto que puede tener el abaratamiento de los costes de fabricación del modelo híbrido por el aumento de producción. Si el concepto de coche híbrido puede proporcionar beneficios a Toyota en los 10 ó 15 años que quedan de transición a un nuevo modelo energético para el automóvil de consumo público, otras marcas se verán obligadas a competir en la misma categoría. Si a esto se suma cierta estabilidad en la producción petrolífera con el consiguiente enfriamiento de precios, la transición puede durar mucho más tiempo del necesario. Si por el contrario el precio del petróleo sigue en subida meteórica durante los próximos 10 años llegará un momento en el que por poca gasolina que gaste un Prius o su equivalente de otra marca, seguirá siendo demasiado dinero para el bolsillo del usuario. En ese caso, los fabricantes que apuesten por paradigmas totalmente nuevos saldrán beneficiados. ¿Es esta la estrategia de Honda con sus modelos de pila de combustible?

1 comentario:

mario dijo...

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