La primera generación del Accord fue presentada por Honda como el fruto de aplicar el concepto de "armonía" (調和) a la creación de automóviles. La idea era ir más allá de la austeridad del Civic de la época y ofrecer un coche más adulto y con más de todo: espacio, potencia, refinamiento, comodidad... un "acuerdo" entre lo factible y lo deseable. El Accord nació con un corazón de 1.600 cc con el avanzadísimo sistema CVCC que ya en 1976 permitía consumos de 10.6 litros a los 100 y emisiones muy reducidas y sin catalizador.
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